Cocina, sin llama, a temperatura entre 300 y 800ºC. Aumenta la dureza e impermeabiliza las piezas. En este caso se las pintó y enceró posteriormente. Es un método de cocción que existió en todos los pueblos para fines utilitarios y decorativos. El horno se elaboró en el taller de Arte a cargo de la profesora Carla Zambra.